Una de las conclusiones unánimes de este Circular Economy Summit fue que la innovación es todo cambio basado en el conocimiento que aporta valor, y que la economía circular es la mayor de las innovaciones posibles porque no afecta a un producto, una empresa o un sector, sino al modelo económico en su conjunto. «Es necesario que actúen tres vectores sin excepción: administraciones, empresas y el propio ciudadano», apuntó Jorge Barrero, director de la Fundación Cotec para la Innovación, para explicarlo a continuación: «No hay uno más importante que otro, pero la manera de influir es distinta. La Administración suele ser lenta, pero cuando regula lo hace de forma contundente. La empresa es más rápida, por la propia competencia en el mercado, pero no tiene la capacidad por sí sola de transformar la realidad. Y el ciudadano, siempre en el centro de todos los grandes cambios, a nivel individual puede cambiar su conducta, pero si no están alineadas las empresas y las administraciones, poco puede hacer por sí mismo».